La Lealtad
No hay riqueza más valiosa que un buen amigo seguro. Ser leal, supone
realmente ser una persona de palabra, que responda con fidelidad a los
compromisos que la amistad lleva consigo; los amigos nobles no
critican, ni murmuran, ni traicionan una confidencia personal, y
siempre se encuentra veracidad en sus palabras. Son verdaderos amigos,
quienes defienden a capa y espada los intereses y el buen nombre de sus
amigos.
Ser leal, también es hablar claro y ser muy franco; la lealtad también
se demuestra al corregir a un amigo que se equivoca al tomar una
decisión importante en su vida cotidiana.
La Coherencia
Es de fundamental importancia mostrar una personalidad única con todas
las personas y en todos los ambientes: vocabulario, modales, actitudes,
opinión, y nuestra conducta en general. Nada es más desconcertante que
descubrir distintas formas de ser en una misma persona, esto afecta
significativamente la comunión expedita, a la vez provoca desconfianza
y demuestra falta de madurez.
Una de las grandes satisfacciones que tiene el ser humano en su vida
cotidiana, es la gran seguridad de contar con grades amigos. Con el
paso del tiempo, la amistad se fortalece sin darnos cuenta, la
convivencia ha traído consigo aficiones, gustos e intereses en común,
compartiendo preocupaciones, alegrías, tristezas, y la seguridad de
contar con un apoyo incondicional.
La esencia principal de la amistad, radica en los valores que son el
cimiento de las relaciones duraderas, porque nuestra amistad sobrepasa
con mucho la superficialidad. Siempre quedamos en lo anecdótico, la
broma, el buen momento ó pasivamente en disposición para lo que se
ofrezca.
Es de gran utilidad considerar la gran importancia que tienen los
valores para fortalecer el valor de la amistad, entre los más
importantes se encuentran: